miércoles, 19 de junio de 2013

FMI pide más recortes.

Es de escándalo escandaloso, como diría aquél, lo del FMI. Resulta que hay que hacer más recortes para que la economía española no se hunda. No sé si por hundirse se referirán a la economía de lo nuevos ciudadanos que en España son ricos (, es decir, tienen más de un millón de "eurejos" para gastar más allá de su residencia habitual. Sí porque en época de vacas flacas siempre hay quién se aprovecha para ganar dinero. No lo veo ilícito, de entrada, ni ilógico, pero resulta extraño en un país donde el fraude es un importante motor de empobrecimiento social. El fraude a la hacienda pública, la misma del lío de las fincas reales, es tan grave que se estima en un 10% sobre el PIB lo que se pierde en estos lugares de ladrones que llaman paraísos fiscales. Seríamos un 10% más ricos y no necesitaríamos recortes sino algún ajuste.

Podríamos ajustar el sistema productivo, exigiendo al empresario que se modernice en el mejor de los sentidos, por modernizar entiendo, dejar de lado el caciquismo atrofiado, que resalta como problema unos días de asuntos propios, y afrontar que la gestión y la organización son claves en el sistema productivo. Que se olviden de los "mecanismos fiscales" para ahorrar costes, y que como dijo Diaz Ferrán, trabajen más y cobren menos, vaya individuo para dar ejemplo. Vaya por delante que hay miles de pequeñas empresas que esta premisa la tienen por pura necesidad.
Que asuman la formación no como un engorro sino como un capital que mejorará los tiempos y la calidad.

Podríamos hacer ajustes para agilizar la administración, para cambiar el sistema electoral, abordar de verdad el problema energético apostando por energías limpias (más baratas a largo plazo y que permiten la independencia política respecto a otros países productores de energías fósiles).

Se podría ajustar el sistema financiero obligándolos a ser más transparente, y ya de paso que también lo fueran los organismos e instituciones publicas.

Podríamos ajustar y reformar con el consenso de padres, profesores y expertos el sistema educativo permitiendo entre otras cosas la conciliación de la vida laboral con la familiar.

Estos y otros muchos ajustes por una mejora en la vida de los ciudadanos podrían hacerse con voluntad política sin necesidad de recortes. Yo estoy del lado humano no del económico (entiéndase bajo el paradigma neoliberal) pero el FMI tiene otro parecer.

Resulta que el FMI se preocupa por España, como lo hace el verdugo por el ahorcado, al que le deja pedir un último deseo. Austeridad para asegurarme que me devuelvan lo mío. Qué este sistema es un reflejo del despropósito y la arrogancia humana, que es la manifestación de una gran necedad largoplacista y está impulsado por el egoísmo, la envidia y el anhelo de plenitud, es más que obvio. Que los que mueven los hilos se refugian en el dinero para ser felices también lo es. Pero que todo puede cambiarse no lo es menos. Aunque como siempre no es cosa del corto plazo, habrá más recortes, porque como dice Mariano Rajoy "no hay otro remedio".

MCA.

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