viernes, 8 de marzo de 2013

El día de la mujer

El día de la mujer.

Dicen que detrás de todo gran hombre hay una gran mujer, machista comentario que intentaba hacer presente a la mujer de algún modo. La mujer no debe estar ni detrás ni delante de ningún hombre, sino al lado. Sea cónyuge, compañero, padre o hermano, sea como sea, debe tener los mismos derechos. La diferencia sexual todavía es grande, en occidente se ha avanzado sustancialmente, desde la eliminaciones de leyes que vetaban a la mujer al voto, a tener cuenta propia, a ser sexualmente activa cuando le diera la gana, al divorcio, o fíjense, al aborto. Lo malo es que todavía hay muchos que no entienden que la mujer es un ser tan maravilloso como el hombre, con la gran virtud de poder, además, de llevar dentro de ellas a sus hijos, jamás podremos alcanzar a comprender lo que se siente, hay sois unas privilegiadas...pero no os dejan decidir todavía, con la excusa de la moral... hipócrita y maloliente religión, machista y anquilosada.

En otros lugares, lejanos a este, aún se persigue el adulterio femenino y se practica la ablación para impedir el disfrute del sexo en las mujeres, cortar la sexualidad. La mujer es destronada de su sexualidad con la excusa de la monogamia.

En mi libro "Contra Natura" (mismo nombre de mi blogg) recojo estas impresiones:

"La obsesión por la monogamia y la fidelidad no es exclusiva de Occidente, sino que se extiende por todo el mundo, un ejemplo atroz es el de la mutilación genital femenina en África y algunos países de Oriente Medio (Yemen, Pakistán, Omán…) es una práctica tan habitual que en países como Somalia (98%), Egipto (97%), Eritrea (90%) y Etiopía (90 %) la mayoría de sus mujeres están mutiladas. La práctica además de indigna e impositiva, son mutiladas cuando son niñas, es realmente peligrosa, es muy habitual el uso de objetos cortantes sin esterilizar (latas, cristales o incluso piedras afiladas) en esta práctica. No existe la anestesia, la “cirugía” se practica a dolor, las niñas además deben demostrar su valentía delante del pueblo para evitar la deshonra de la familia. 
El cinturón de castidad consistente en coser los labios superiores y es otra de las atrocidades que se realizan en estos países. Tanto hombres como mujeres aceptan éstas prácticas, los primeros para asegurarse que las mujeres rebajan su lívido, y sólo las penetra su marido. Las mujeres, por su parte, la aceptan como “natural” aludiendo a que se trata de una tradición de la que se ha perdido el origen.

Medicus Mundi teme que prohibir la práctica contribuiría a empeorar las condiciones de la misma. Lo más curioso es que en países occidentales, con la llegada de inmigrantes procedentes de África, estos casos también se han dado. La duda que se tiene es que si es sólo un hecho cultural o viola los derechos fundamentales de la mujer. ¿Cuál es el límite de la tradición? ¿Y de la monogamia? ¿Y el derecho a la libertad?

Para concluir un dato: de las  185 sociedades estudiadas hasta hoy sólo 29 son monógamas"

En el mundo natural los mamíferos funcionan (en la mayoría de los casos) con alta sexualidad e infidelidad, de hecho los machos intentan fecundar cuanto más hembras para garantizar el futuro de sus genes, las hembras se aseguran con la infidelidad que los machos no agredan a sus hijos, casos muy habitual en gorilas o chimpancés, si el macho dominante percibe que una hembra ha sido fecundada por otro. La monogamia no es una práctica natural sino social, y no hacerlo debe partir de la libertad, no de la imposición. Esta idea se ha aplicado a los hombres históricamente y no a las mujeres.

"La esclava sexual" es evidente en las relaciones, mujeres promiscuas "putas", hombres promíscuos "machos", en la pornografía se busca el placer del actor como acto culmen, nada de la mujer. La prostitución es mayoritariamente femenina, voluntaria o no. Sólo importa el hombre.

Seguís siendo objetos sexuales en un sistema capitalista que utiliza a la mujer como modelo de sexualidad esclava, "estar guapas para ser mejor o más mujeres". Para atraer al varón. Este es una tema fundamental a desterrar, y una de las principales luchas que tenemos que abrir todos los demócratas. Se sitúa a la mujer en un lugar concreto de esta sociedad y ellas y ellos son sociedad, no debería haber lugares. La mujer desde pequeña es enseñada a ser madre, y ello conlleva ciertos comportamientos, las niñas deben aprender a pensar, y cuando sean mujeres tomarán las decisiones que deban tomar a través de su capacidad crítica y de pensamiento. Ser madre es difícil, pero también ser padre, y ningún juguete pretende enseñar eso.

Hay un dato triste, el 60 % de los licenciados españoles son mujeres, y sin embargo, entre universitarios el porcentaje de paro es mayor en ellas, eso se debe, a mi juicio, a dos causas, al lugar enseñado y al lugar ocupado. Y me explico mejor.


 El lugar enseñado, es decir, las titulación que las mujeres mayoritariamente estudian, es algo curioso, pero existe carreras en las que la proporción sexual se declina extremadamente, en ingenierías, muy solicitadas hoy día, es más probable encontrar hombres que mujeres. Enfermería o magisterio donde tradicionalmente ha habido más mujeres, están poco solicitados.

Y el lugar ocupado, a igual capacidad en muchas empresas se escoge al varón.

En puestos no cualificados, el factor "fuerza" es importante en la elección del trabajador, los empleos que necesitan de más "fuerza" son ocupados por hombres, las mujeres quedan relegadas a labores de limpieza o manipulación de alimentos.

Una de las cosas que más me hiere es la excusa del embarazo como causa para elegir un candidato a un puesto de trabajo, lo llaman elementos de productividad. Esta sociedad y lo llevo reivindicando desde que comencé con el blogg, sólo piensa en tres cosas, el dinero, el sexo del hombre heterosexual y el poder. Mi novia con 31 años no tiene derecho a tener hijos porque tiene que formarse y trabajar después, y si quedara embarazada, ella tendría un periodo por maternidad, pero no así y del mismo modo yo, por lo que le imponemos el lugar que ocupar, el de madre trabajadora, yo no podría librarme de mis horas de trabajo para cuidar a un hijo que igualmente sería mío, mi lugar parece otro al de ella. La conciliación familiar con el trabajo de ambos, hombre y mujer, debe ser igual, sea cual sea, a se vez, el tipo de relación que haya, heterosexual o no, monogámica, poligámica o poliándrica.  

Cuando dejemos de pensar en la productividad y en el dinero, entenderemos que somos todos humanos.
Cuando seamos humanos, querremos ser iguales.
Cuando entendamos que somos iguales, comenzaremos a ser iguales.


MCA

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