lunes, 11 de marzo de 2013

Almodóvar y su película más gay

Almodóvar y su película más gay.

Dice el manchego que su última creación, Los amantes pasajeros, es su film más gay. Yo aprovechando las palabras de Boyero, que hace una crítica feroz al director en El Pais (viernes 8)
http://cultura.elpais.com/cultura/2013/03/07/actualidad/1362687999_648669.html , y que viene ha decir que no entiende que una película pueda ser gay, heterosexual o de ninguna índole sexual, quiero hacer una reflexión al respecto.


Almodóvar representa al gay estrambótico, estrafalario, estridente, extravagante, al gay de pluma y plumón, a la caricatura de homosexual del que se ríen los del opus y llaman trastornados. Intentar reivindicar una condición, sea cual fuere, la de gay o la de forzudo, de manera estridente no hace más que abrir la distancia entre los que tienen esa condición, los que creemos poder entenderla y los ni la entienden ni la quieren entender. Valga un ejemplo, no es necesario para mostrar musculatura ir desnudo por la calle aunque eso te provoque un constipado, hay lugares, momentos y maneras de lucir ese palmito, sin que provoque extrañeza.

Entiendo que el gay puede ser desde aburrido a tener la mayor de las gracias, desde ser sensible a ser un pedazo de ígnia roca, desde ser buena persona al mayor de los cabrones. Simplificar la figura de una condición sexual en unos azafatos alocados y borrachos, salidos y en cierto modo hasta amargados por lo incomprensible de su condición me parece al punto, y como dice Boyero, de rozar lo homofóbico.



En Contra Natura, intento hacer entender que la condición sexual no significa tener una actitud en la vida, no debe ir necesariamente de la mano de ningún lugar ocupado y predeterminado, como ya dije en el caso de la mujer en el último artículo. Caricaturizar al gay me parece hasta de mal gusto. El ser gay no le da a Pedro el derecho a hacerlo. Sería mejor que intentase hacer cine de verdad y deje aparcado ese mundo del que se jacta y que resulta transnochado y no irreverente como intenta lograr. Irreverente Don Pedro sería no hacer promoción de las películas, o no cobrar casi diez euros al espectador, ir en contra del dinero. Para hacer chiste de maricones está Arévalo o Los Morancos, y algunos del del PP o gente de 70 años.




No estaría mal que hiciese una película sobre aquellos que mueren por ser de ese modo en países musulmanes radicales, a lo que todavía mandan al psicólogo, a la obsesión de "¿Tú eres? a pues no lo pareces", ya que desde tu condición y por ello desde tu experiencia y la de otra gente de tu entorno debería conocer mejor la problemática social que existe referida a la intransigencia hacia los gays, lesbianas y transexuales.

Fíjese en Amenavar el cual no tiene que ir pavoneando su homosexualidad para reivindicar su calidad artística, tal vez sea eso, que él es director de cine.















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