jueves, 21 de noviembre de 2013

¡Filosofía en las escuelas, ya!

Filosofía.

El pensamiento en el hombre recibe el nombre de filosofía, el debate, la incredulidad, los ideales, creencias y el desarrollo de lo etéreo, todo tiene cabida en la filosofía. El primer paso del científico es filosofar, pensar, si lo prefieren, y para ello es necesario tener entrenamiento. Uno piensa mejor si está entrenado. Este mundo actual tiende a lo mecanizado, a la producción y a lo estándar. El funcionamiento robotizado de ciudadanos que se creen libres y que sin embargo, sufren el mayor experimento de lavado de cerebros jamás pensado. Ni Orson wells pudo imaginar que la influencia en la mente colectiva podía llegar a tanto.

Ser diferente es comprar diferente, parecer diferente o actuar de diferente modo, no es pensar sin tapujos ni miedos, no es filosofar sobre la vida, la política, la ética, las creencias, no es pensar, si lo prefieren, a secas.

Nos programan como productores no se sabe muy bien de qué, como las gallinas ponedoras o los cerdos, destinados a producir algo, sin más. Nuestra producción se banaliza a lo meramente económico, una persona que sabe, un sabio, no es válido en esta sociedad si su sabiduría no produce. ¿Pero, qué debe producir?

Obviamente dinero, pero no dinero para él ni siquiera para sus conciudadanos más próximos, sino para el gran ente difuso y omnipresente del sistema capitalista. Podría crear poesía de la más alta alcurnia, pero si no es vendible, dentro de lo estándar, no valdría nada, no sería productivo. El valor, hoy se restringe a eso, no tiene valor para el sistema la situación vital, salud, amistad, ocio, descanso, alimentación, conocimiento... no entran en la reglas de la productividad mejoras las condiciones de vida del ciudadano en todos los sentidos.

Olvidamos la historia porque conocerla y difundirla no vale nada productivamente hablando, no vale de nada proteger el medio ambiente porque eso no produce nada, conocer como funciona la comunidad, ayudar a los demás, pensar y desarrollar nuevos modelos de economía, no vale de nada. Hay que ser productivos.

El avance de la humanidad está atorado entre los avances tecnológicos y el retroceso humanista, un mundo tecnológicamente avanzado con personas sin libertad ni autonomía.
Gente que reduce sus charlas con los amigos a hablar de fútbol o prensa rosa, que es incapaz de desencadenarse de la prensa, los gobiernos y los modelos vitales establecidos. Del sistema. Al que defiende como el mejor posible, sin pensar en las posibilidades previamente.

Que se guían por encuestas, por modas y por formas de pensar de otros, incapaces de romper con todo y modular sus vidas, incapaces de filosofar y actuar mediante una "filosofía propia".

¡Filosofía en las escuelas, ya!

MCA











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